México recibe un apoyo casi unánime en la región tras la irrupción policial en su embajada en Ecuador, que ha provocado el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre los países. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha manifestado su solidaridad al Gobierno mexicano después de que las autoridades ecuatorianas se llevaran a la fuerza al ex vicepresidente Jorge Glas, condenado en dos causas por corrupción y a quien se le había solicitado el asilo político horas antes. “La secretaría general rechaza cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales en las misiones diplomáticas”, ha señalado en un comunicado. El organismo ha recordado que los Estados miembros tienen la obligación de “no invocar normas de derecho interno” para justificar la violación de las obligaciones internacionales, entre ellas la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, vigente desde 1963.