El entrenador de Flamengo, Tite, sufrió los efectos de la altura durante la visita de su equipo a La Paz para enfrentarse a Bolívar en la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores. La altitud de La Paz, ubicada a aproximadamente 3,650 metros sobre el nivel del mar, es conocida por afectar el rendimiento físico, especialmente de quienes no están acostumbrados a estas condiciones.
Tite, visiblemente afectado por la altitud, arremetió contra la Conmebol, cuestionando la decisión de permitir partidos en ciudades con alturas extremas como La Paz. En sus declaraciones, expresó su preocupación por la salud y seguridad de los jugadores, argumentando que estas condiciones no son favorables para la práctica del fútbol al más alto nivel competitivo. La crítica de Tite reaviva un debate recurrente en el fútbol sudamericano sobre las ventajas y desventajas de jugar en altitud, y si deberían implementarse cambios en las reglas o logística de la competición para mitigar estos efectos.
Esta situación ha generado un fuerte debate, con posturas divididas entre quienes defienden el derecho de Bolivia a utilizar su geografía como ventaja local y quienes, como Tite, abogan por la seguridad de los jugadores por encima de las particularidades geográficas.